De la Mesa de Redacción Rafael Castilleja
De Arcano Político
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| A 163 días para finalizar el año, este Día de Venus, 21 de julio, en hacer todo con amor para lograr la perfección material |
México ocupa el primer lugar en América Latina con 16
millones de los 23 millones de población canina, según las cifras de 2014. En
Tuxtla Gutiérez, capital de Chiapas, se dice que un millón 300 mil perros son
callejeros.
La mayoría de estos animalitos llegó a las calles por
descuido y negligencia. Muchas crías sin esterilizar son abandonadas.
En la Ciudad de México se producen en la calle cerca de 700
toneladas de heces fecales de perro al día. Estos desechos afectan la salud del
ser humano produciendo más de 100 enfermedades distintas.
El tercer hombre de la legendaria Misión Apolo 11, fue el
italiano Michael Collins, pilotó el módulo de mando "Columbia",
mientras el astronauta Neil Armstrong, comandante de la misión, y el coronel de
la Fuerza Aérea Edwin E. Aldrin, realizaban el primer alunizaje al sur del Mar
de la Tranquilidad con el Módulo Águila.
Celebra el Santo Católico a
San Daniel profeta de las 70 semanas, |
a Santa Práxedes de Roma,
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al napolitano San Lorenzo de Brindisi
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Los Herederos
Mensajero de la Madrugada
(Fragmento)
Y de la profundidad de los tiempos emerge la respuesta:
Camino a las Hibueras, nuestro Señor Águila que Cae, preocupado por la
posibilidad de que se perdiera la Esencia de los Antiguos Mexicanos, en el
Lugar de las Nueve Estrellas conoció secretamente a una mujer del lugar para
sembrar la semilla en que perdurara el Alma de los que ahora son los Abuelos. Y
en la Lacandonia se protegió la Heredad. Que ha llegado a la cuenta del tiempo
de conocer, para mostrar que la grandeza de Meshico jamás desapareció y emerge
en su esplendor para gloria de los Nuevos Mexicanos.
El que se sintió aristócrata desde su nacimiento el 8 de
mayo de 1856, en la Ciudad de México, Pedro José Domingo de la Calzada Manuel
María Lascuráin Paredes y servilmente llevó al Congreso las dimisiones del
coahuilense Francio Ignacio Madero González y del tabasqueño José María Pino
Suárez, momentos antes de ser asesinados, con el conocimiento del embajador de
Estados Unidos, Henry Lane Wilson.
El católico Lascuraín se negó a presenciar la ejecución de
la sentencia aduciendo que su religión no le permitía tal cosa.
El lacayo registra dos únicos actos de gobierno: Tomar
protesta y nombrar a su patrón el etílico masón jalisciense José Victoriano
Huerta Márquez, secretario de Gobernación, para después presentar su renuncia y
que éste accediera a la presidencia por mandato constitucional.
El gobierno aprehendió a Madero, junto con Roque González
Garza, acusándolos de delitos de ultrajes a la autoridad y de intento de
rebeldía en Monterrey, conduciéndolos en Junio de 1910 a San Luis Potosí.
Salieron de San Luis Potosí hacia San Antonio, Texas, donde
Abraham González le presenta a Francisco Villa, con quien Roque inicia una gran
amistad, y Madero proclamó el “Plan de San Luis” el 5 de octubre de 1910,
declarando nulas las elecciones, desconociendo a Díaz, y proclamándose como
presidente provisional y señalando el 20 de noviembre a las 6 de la tarde, como
inicio a la lucha armada. Sin embargo, su llamamiento no tuvo repercusión, a
excepción del levantamiento por parte de Toribio Ortega el 14 con un grupo de
60 caudillos en Cuchillo Parado, Chihuahua.
El imperio de Iturbide terminó con la abdicación de Agustín
I de México tras diez meses de reinado, derrocado por el ejército republicano.
Ángel se trasladó con su familia a Europa y posteriormente
se radicó en los Estados Unidos, donde, contrajo matrimonio con la
estadounidense Alicia Green (muerta en 1892), hija de John Green y Nancy
Forrest Green, y bisnieta de George Plater, Gobernador de Maryland.
El 13 de setiembre de 1865, cuando aún vivía su hermano
mayor y Vicepresidente de la Orden de Guadalupe, Agustín Jerónimo, renunció a
sus pretensiones al trono en favor de su hijo único Agustín de Iturbide y
Green, quien había sido adoptado por el Emperador Maximiliano I de México.
El 7 de julio, los invasores, a través del cónsul
norteamericano Thomas O. Larkin y el comodoro John Sloat, habían declarado la
anexión de California a Estados Unidos, izando la bandera de las barras y
estrellas en el edificio de la aduana de Monterey, California. Un mes después
de esto, para el 8 de agosto, el ejército norteamericano ya estaba ocupando
Reynosa, Mier y Camargo, estableciendo su cuartel general en este punto.
Monterre, Nuevo León, queda bajo la protección del general
Ampudia y el Ejército del norte, aunque recibe el 9 de septiembre refuerzos del
general Simeón Ramírez, que había partido de la ciudad de México el 27 de julio
anterior, y tropas había que decían no obedecer órdenes que no fueran del
general Tomás Mejía, causando más descontrol entre los defensores de la ciudad
de Monterrey.
El 14 de septiembre llega Santa Anna a la ciudad de México a
festejar con tres días de iluminación al palacio nacional, que México es
independiente de España desde 1821.
Del 21 de septiembre de 1846 al 23 de septiembre de 1846 se
desarrolla la Batalla de Monterrey.
Desde temprano sonaron las salvas de veinticuatro cañones,
se adornaron balcones y las fachadas de los edificios públicos fueron
engalanadas, así como atrios y portales de iglesias.
En la catedral metropolitana se colocaron dos tronos, el
principal junto al presbítero y el menor cerca del coro. Poco antes de las
nueve de la mañana, los miembros del Congreso y del Ayuntamiento ocuparon sus
lugares destinados.
Tropas de caballería e infantería hicieron valla al futuro
emperador y a su séquito. Tres obispos oficiaron la misa. El presidente del
Congreso, el poblano y Mendívil, fue el encargado de colocar la corona a
Agustín I, acto seguido el propio emperador ciñó la corona a la emperatriz.
Otras insignias les fueron impuestas a los recién coronados
por los generales y damas de honor, el obispo Juan Cruz Ruiz de Cabañas y
Crespo exclamó ¡Vivat Imperator in aeternum!, «¡vivan el emperador y la
emperatriz!».148 Terminada la ceremonia, el tañido de las campanas y el
estrépito de los cañones comunicaron al pueblo que la coronación se había
consumado.
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