De la Mesa de Redacción
De nuestra afiliada La Voz de América
Se espera que el mandatario
estadounidense
aborde el tema de la crisis de
Venezuela
y la reforma de la ONU en su
discurso
programado para el martes por
la mañana.
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El presidende de Estados Unidos Donald Trump tratará la
crisis de Venezuela en alguno de sus discursos ante la 72 Asamblea General de
las Naciones Unidas.
La nación sudamericana, sumida en una crisis política,
social, económica y humanitaria, ha sido una preocupación para Trump desde que
asumió el poder en enero, y en la próxima Asamblea General de la ONU se espera
que ocupe una importante parte de la agenda.
Su gobierno ha aplicado sanciones a funcionarios y allegados
del régimen del presidente Nicolás Maduro al mismo tiempo que ha impulsado y
aplaudido los esfuerzos de diálogo con la oposición para tratar de buscar una
solución a los problemas del país.
Las más recientes sanciones estuvieron dirigidas contra la
petrolera estatal venezolana PDVSA, la principal fuente de recursos del
gobierno venezolano, pero Washington decidió suspenderlas después que los
huracanes Harvey e Irma afectaron los suministros de combustible en Texas,
Florida y otros estados impactados por las tormentas.
Trump se reunirá el lunes por la noche en una cena de
trabajo con presidentes latinoamericanos para hablar sobre los problemas de la
región y tratar sobre la situación de Venezuela, informó la Casa Blanca.
El viernes, el Departamento de Estado respaldó un nuevo
esfuerzo de varios países que intentan en República Dominicana reiniciar el diálogo
entre el gobierno y la oposición venezolanas.
Al mismo tiempo esta semana en Washington, la Organización
de los Estados Americanos (OEA) inició audiencias públicas para analizar si
existen fundamentos para denunciar a individuos vinculados con el gobierno de
Venezuela por crímenes de lesa humanidad ante la Corte Penal Internacional
(CPI).
El exfiscal de la Corte Penal Internacional, Luis Moreno
Ocampo, en conversación con la VOA desestimó los argumentos de países que se
oponen al análisis de la OEA, que bajo su guía, sopesa la posibilidad de que
funcionarios del gobierno venezolano sean procesados por la Corte Penal
Internacional.
El presidente Nicolás Maduro enfrenta varias denuncias ante
la Corte Penal Internacional, la más reciente de un grupo de venezolanos
residentes en Madrid, España.
En abril, parlamentarios latinoamericanos pidieron a la
Corte Penal Internacional investigar al presidente de Venezuela y a
funcionarios de su gobierno.
ELa CPI, creada en 1998 por 120 naciones entró en vigencia
en 2001, y a la cual no pertenece EE.UU. es el primer tribunal internacional de
carácter permanente encargado de juzgar a los responsables de crímenes contra
la humanidad, genocidio y crímenes de guerra.
¿Qué probabilidad hay de que Maduro sea juzgado por el CPI?
Muy bajas, la Corte Penal Internacional desde su creación
apenas ha condenado a un acusado
Las denuncias contra Maduro y su gobierno presentadas ante
el tribunal no han tenido respuesta aún, porque el hecho de presentar los casos
no implica que se haga una investigación, dijo Tamara Suju, una abogada
especialista en derechos humanos del Instituto Casla, citada por el medio
digital Runrunes en un artículo sobre el tema.
Sin embargo Suju confía en que se hará justicia en los casos
de tortura contra la población civil venezolana a través de la CPI, cuyas
pruebas son “demasiado evidentes”, especialmente en los últimos tres años de
Maduro. “Los venezolanos pueden confiar en que nada quedará impune”.
China, Rusia y Estados Unidos no forman parte de la Corte
Penal Internacional lo cual no implica que sean juzgados ciudadanos de esos
países que cometan crímenes de guerra, lesa humanidad o genocidio en otras
naciones que si son miembros.
Corea del Norte
Asimismo el presidente Donald Trump presionará por un incremento
del aislamiento económico mundial a Corea del Norte en las reuniones de la
Asamblea General de la ONU en Nueva York, dijeron altos funcionarios de su
administración.
El mandatario alegará que el fracaso de la diplomacia ha
aumentado la posibilidad de una guerra, señalaron el viernes en la Casa Blanca
la embajadora ante la ONU Nikki Haley y el asesor de seguridad nacional H.R.
McMaster.
Ambos aplaudieron la decisión del Consejo de Seguridad, este
mes, de aplicar nuevas sanciones a Corea del Norte, pero indicaron que
Pyongyang continúa con su comportamiento agresivo e imprudente, pese a que se
ha reducido el comercio hacia la nación en un 90 por ciento y los combustibles
en un 30 por ciento.
"No tengo problema en pasarle (el asunto) al
(secretario de Defensa) general (James) Mattis, que creo tiene muchas
opciones", dijo la embajadora Haley.
McMaster dijo que el apoyo global para la diplomacia
respaldada por un vigoroso cumplimiento de las sanciones es necesario para
evitar la opción militar.
Este domingo el presidente Donald Trump llamó “hombre
cohete” al líder del régimen norcoreano, mientras que los asesores de la Casa
Blanca dijeron que la nación aislada se enfrentaría a la destrucción a menos
que arribe sus programas de armas y amenazas belicosas.
El jefe diplomático de Trump sostuvo la esperanza de que el
Norte regrese a la mesa de negociaciones, aunque la enviado del presidente a
las Naciones Unidas dijo que el Consejo de Seguridad había "agotado"
todas sus opciones.
Por su parte, el Secretario de Estado, Rex Tillerson, dijo
al programa Face The Nation, que tenía gran expectativa sobre lo que ocurrirá
esta semana respecto a Corea del Norte en la ONU, así lo confirmó el
Departamento de Estado en su cuenta de Twitter.
Today on @FaceTheNation, Secretary Tillerson discussed US policy on #NorthKorea & what to expect this week at #UNGA. https://t.co/CTiiVK2tTX— Department of State (@StateDept) 17 de septiembre de 2017
"Bueno, en primer lugar, creo que es importante
entender la política de los Estados Unidos hacia Corea del Norte, que es negar
que Corea del Norte sobre la posesión de un arma nuclear y la capacidad de
entregar esa arma. Nuestra estrategia ha sido llevar a cabo una campaña de
presión pacífica", dijo Tillerson al programa Face The Nation.
"Si Corea del Norte mantiene su temeraria conducta, los
Estados Unidos deberán defenderse y defender a sus aliados, Corea del Norte
será destruida; es algo que ninguno de nosotros quiere, no queremos la guerra”,
precisó Haley.
Corea del Norte disparó un misil el viernes sobre Japón, el
segundo desde agosto cuando el presidente Donald Trump amenazó con "fuego
y furia" si Pyonyang continuaba los actos de agresión.
Será la primera vez que Trump se presente en las Naciones
Unidas como mandatario de Estados Unidos. Le acompañarán el vicepresidente Mike
Pence y el secretario de Estado Rex Tillerson, además de otros funcionarios.
Su agenda de cuatro días comenzará el lunes, cuando
presidirá una reunión sobre la reforma de la ONU a la que funcionarios de la
organización han confirmado la asistencia de 120 de los casi 200 países
miembros.
La embajadora Haley dijo que el discurso de Trump el martes
cubrirá una amplia gama de los retos que enfrenta la comunidad global, con
Corea del Norte como el principal, al igual que Irán, Siria, Venezuela, el
terrorismo y asuntos humanitarios en general.
Henry Kazianis, director de estudios de defensa en el Centro
para los Intereses Nacionales en Washington, dijo que Trump debería usar su
discurso en la ONU para incrementar la presión a China a fin de que haga más
para controlar las provocadoras acciones de Corea del Norte.
"Debería explicar que si siguen sin hacer nada sobre
los actos de agresión de Kim Jong Un, EE.UU. tendrá que comenzar a sancionar a
las partes que están contribuyendo a empeorar el problema, y eso significa los
bancos chinos por ehemplo", dijo Kazianis a la VOA.
Para Zalmay Khalilzad, exembajador de EE.UU. en la ONU
durante el gobierno de George W. Bush, el discurso de Trump en la ONU es una
oportunidad única para reasegurar al mundo que su política exterior está basada
principalmente en el poder de la diplomacia antes que en el poderío militar.
Nueva York se prepara para las protestas
La policía de Nueva York y una serie de agencias federales
se preparan para la Asamblea General anual de las Naciones Unidas, donde se
espera una semana de discursos del presidente de los Estados Unidos Donald
Trump y otros dignatarios del mundo.
La reunión de los principales líderes y diplomáticos del
mundo, provocará el cierre de calles, miles de policías y cientos de
manifestantes en el centro de Manhattan, un área que ya está plagada de
parálisis en un día de semana promedio.
El evento se produce pocos días después de que una bomba
estallara en Londres.
Vastas zonas de la zona cerca de las Naciones Unidas, en el
extremo oriente del centro de Manhattan, estarán cerradas al tráfico vehicular
y la Guardia Costera, restringirá en gran medida el tráfico de barcos en el
East River.
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