Por Jordi TRUJOLS
Periodista de nuestra asociada RNU
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Una granja en Guatemala.
Foto: Maria Fleischmann/Banco
Mundial.
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La conmemoración de este año por el Día Internacional de las
Mujeres Rurales gira en torno a los retos y oportunidades de igualdad de género
y empoderamiento de las mujeres y niñas en la agricultura resiliente al cambio
climático.
Según los cálculos de Naciones Unidas, las mujeres rurales
representan más de un tercio de la población mundial y el 43% de la mano de
obra agrícola. A su vez, afianzan la seguridad alimentaria de sus comunidades y
les ayudan a enfrentarse al cambio climático.
Pese a todas estas aportaciones, ONU Mujeres destaca que no
poseen el mismo acceso a la tierra, a créditos o materiales agrícolas que sus
contrapartes masculinas.
De acuerdo a algunas valoraciones, disminuir la brecha de
género en el acceso a la tierra y a otros medios productivos supondría un
crecimiento del 20% de la producción agrícola en el continente africano.
Además permitiría que las campesinas incluyeran técnicas
agrícolas resilientes al cambio climático de la misma manera que lo hacen los
hombres.
En consecuencia, adaptar un enfoque igualitario supondría un
triple beneficio para las campesinas en el campo de la igualdad de género, en
el de la seguridad alimentaria y en la gestión del cambio climático,
contribuyendo de esta manera a la consecución de los Objetivos de Desarrollo
Sostenible (ODS).
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