miércoles, 11 de octubre de 2017

Los ataques brutales a Rohingya en Rakhine buscar impedir su regreso a Myanmar, según la ONU

Por Veronique DURROUX-MALPARTIDA
Periodista de nuestra asociada RNU


Onu Bala, une madre rohingya de treinta años
(centro, mirando la cámara), acaba de llegar con sus
tres hijos al pueblo de Hindu Par, en Bangladesh.
Foto: UNHCR / Roger Arnold
Un informe publicado este miércoles por la ONU sostiene que la violencia hacia los Rohingya en Myanmar ha sido planeada, coordinada y sistemática.

Los ataques brutales a los Rohingya en el estado de Rakhine, en Myanmar, fueron planeados y coordinados, según un informe publicado este miércoles por la Oficina de Derechos Humanos de la ONU. Una misión visitó a refugiados Rohingya en Bazar Cox, en Bangladesh, del 13 al 24 de septiembre, donde realizó 65 entrevistas con individuos y grupos víctimas o testigos de la violencia.

Los Rohingya huyeron del estado de Rakhine en Myanmar a raíz de las operaciones militares ejecutadas por el gobierno tras presuntos ataques por parte de militantes a 30 estaciones de policía el 25 de agosto. Según el informe, las operaciones de las fuerzas de seguridad habrían empezado desde el inicio de agosto.

Testimonios recogidos por la misión incluyen alegaciones de ejecuciones extrajudiciales, violaciones y otro tipo de violencia sexual, tortura, así como destrucción de habitaciones y pueblos enteros.

Según "información fidedigna", las fuerzas de seguridad nacionales habrían destruido las propiedades de los Rohingya, atacando casas, campos, almacenes de comida, cultivos, ganado y hasta árboles, con el propósito de impedir su retorno a sus medios de subsistencia y a una vida normal.

Maestros, líderes culturales y religiosos también habrían sido el blanco de ataques con el fin de socavar la historia y la cultura del grupo.

El Alto Comisionado de la ONU para los Derechos Humanos, Zeid Ra’ad Al Hussein, exhortó al gobierno de Myanmar a cesar inmediatamente sus operaciones de seguridad que calificó de "complot cínico" para desplazar por la fuerza a un gran número de personas quitándoles la posibilidad de regresar.

El 4 de octubre, expertos de la ONU advirtieron que serios abusos a los derechos humanos cometidos contra mujeres y niños Rohingya, incluyendo asesinatos, violación, y desplazamiento forzado, podrían constituir crímenes contra la humanidad.


Según recientes estimaciones, más de 519.000 Rohingya habrían llegado a Bangladesh desde el 25 de agosto, mientras miles siguen cruzando la frontera cada día.

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