martes, 5 de diciembre de 2017

El Peje por la Boca Muere

Análisis a Fondo


* Si no hablara a destiempo le iría mejor


* El panista priista, más de lo mismo


Por Francisco GÓMEZ MAZA
Para Arcano Radio


Andrés Manuel López Obrador es seguido por multitudes de dos tipos: de intelectuales y empresarios progresistas y de trabajadores pobres. Ambos buscan lo suyo: los empresarios e intelectuales luchan por un México menos inhumano, menos corrupto, menos impune, menos simulador, menos cínicos. La derecha es experta en estos menesteres: corrupción, impunidad, simulación, cinismo son las “virtudes” de la clase política que tiene la sartén por el mango en este país que se perdió en lo irracional.

Los pobres buscan comer, no morir de hambre, un pedacito de tierra donde levantar una choza para poder guarecerse de las inclemencias del tiempo, buscan menos malos niveles de vida. Ambas clases, tan contradictorias, admiran a Andrés Manuel y esperan de él, aunque debo confiarles que yo tengo una mujer que me ayuda en la casa a quien le digo de broma: Señora López, porque lleva más de 20 años esperando su casita, que Andrés le prometió en uno de esos sus arranques de humanidad.

Dicen que, si Andrés Manuel fuese electo presidente, el populismo va a adueñarse de la política mexicana (mejor que siga de dueño el neoliberalismo y los pingües latrocinios de la clase política), y volverán las oscuras golondrinas a tu balcón sus alas a posar; volverán los populistas de antaño, José López Portillo, que nacionalizó la banca; Luis Echeverría Álvarez, que organizó cientos de miles de fideicomisos para trabajadores y gente de clase media baja, para campesinos, para obreros. O que reencarnará en López Obrador el toluqueño Adolfo López Mateos, quien se consideraba de la “izquierda atinada”, o peor, reencarnará en él el general Lázaro Cárdenas de Río, a quien ninguno de estos neoliberales puede ver ni en pintura, tanto que echaron a la basura la expropiación petrolera y les regalaron el petróleo a grandes capitalistas extranjeros, a cambio de espejitos y otras chacharitas.

Yo no sé si López Obrador vaya a ganar las elecciones. Va, de acuerdo con las encuestas, en las cuales no creo, en primerísimo lugar. José Antonio Mede, panista candidato del PRI, no creo que lo haya rebasado. Hay muchos priistas molestos con Peña Nieto y la dirigencia por no haber dedeado a un priista como candidato y no a un panista hijo de panistas. Y la mayoría de los votantes están hartos de PRI, por lo que sólo podrá ser presidente el señor Mede gracias al chanchullo y la compra de votos, como lo fue Peña Nieto, o el ahora gobernador del Estado de México, Alfredo del Mazo, por quien Peña Nieto metió en grande las manos al Erario Nacional para animar a los indios a darle su voto al tercero de la dinastía Del Mazo. Como siempre desde que yo recuerdo y vaya que recuerdo mucho desde Díaz Ordaz.

Pero lo que Andrés Manuel gana por las buenas lo pierde por la boca. En este sentido se parece mucho al bocón de Vicente Fox. Aquello de las chachalacas le restó muchos bonos al tabasqueño. Ahora eso de la amnistía a los padrinos del narco fue una declaración muy desafortunada. Hay cosas que deben hacerse, pero no publicarse y menos al filo de que tengas la oportunidad de ser electo presidente de la república.

Pero no se asuste, amigo amigo de López Obrador, enemigo de López Obrador, denostador de López Obrador, propagandista de López Obrador. No va a ganar la presidencia, porque los designios de Bildelberg así lo han determinado.

El gobierno de México debe obedecer las órdenes de Washington, del Banco Mundial, del Fondo Monetario Internacional, del Departamento del Tesoro, del de Seguridad.

Creen que no les conviene un cambio de fondo, aunque con López Obrador no veo que pudiera haber cambios radicales. Es un priista redimido y redomado, como Cuauhtémoc Cárdenas, como Porfirio Muñoz Ledo. Fue jefe de gobierno y la ciudad quedó peor que antes de que tomara posesión el tabasqueño.

Además, no dispone de los recursos que Peña Nieto sacará del Erario para financiar la campaña del PRI, el fraude, la compra de votos, para José Antonio Meade Kuribreña. Dicen que no es corrupto… 

El chiste es que los mexicanos seguirán pagando los platos rotos de las francachelas del sistema político mexicano, que usa la palabra democracia para sojuzgar al pueblo. Del Mazo ganó Toluca en base a billetazos. Y uno de los repartidores fue el señor Mede. No es corrupto, ¿eh? Ah, maldita partidocracia. Tan corrupta como el inmenso caño de la ciudad de México.


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